miércoles, 3 de abril de 2013

Es culpa de los ojos con los que te miro



Detalle de Renoir
Dedicado a la musa de mis poemas, ZENOBIA CAMPUBRÍ, la esposa de otro hombre (si viviera ahora...) de un hombre tan grande, don JUAN RAMÓN JIMENEZ, que me ha levantado las horas sin-sueño y sin-estudio...


Nunca veré nuestra consciencia pura, 
ni el interior clavado de silencio,
ni el verbo que fraguaron los milenios.

Tu siempre vida oculta
pasará ante mí inadvertida.
¿Cuáles son los ojos
con los que Dios te mira?

No veo más que tus cabellos
o la comisura de tus labios.
No veo más que tú sin serlo,
especie de externo camuflado,
nombre irreverente del misterio.

lunes, 1 de abril de 2013

¡Toda la verdad y nada más que la verdad!


Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. (Mt 6, 1-4)


Desde la Universidad de Navarra se está dando mucho bombo a algo que empezamos 4 amigos para ayudar a un pobre hombre. Vimos una nota en la que “Antonio”, un padre de familia, tenía graves dificultades para seguir pagando su casa. Dos años en paro, 6 meses de retraso en el alquiler... No sigo porque sino más de uno se pone a llorar. Necesitaban 4000€ para poder seguir luchando un mes más. Y nosotros, que teníamos poco dinero y muchas ganas de ayudar, nos pusimos en contacto con él, vimos que la historia era cierta y empezamos a mendigar en su nombre por todo el campus universitario.


La gente ahora, aunque estoy de vacaciones y me he alejado un poco de todo ese barullo, estará ¡¡superemocionada!!. Más de un chica dirá que somos “muy monos” y alguna se habrá enamorado de mí (por supuesto, la que yo quiero que se enamore de mí seguro que no lo habrá hecho). Y la gente estará deseando de darme cuatro palmaditas en la espalda y todo será supergenial.

Lo siento, pero todo eso me da muchísima pereza...

Sí, he colaborado (menos que mis compañeros) en que un hombre no sea desalojado con toda su familia de su casa. Pero, dejemos las cosas claras, esto ha sido un ataque de sentimentalismo estudiantil. Lo dice uno de los dos cerebros de esta trama. No es crítica, sino autocrítica. Este sentimentalismo estudiantil puede ayudar (o empeorar) la situación. En cualquier caso, hay que tener puesta la mirada en aquellos que se dedican cada día a esa labor social de ayuda. Hay que tener puesta la mirada en Caritas, en ONGs... Nosotros, aunque hemos ayudado, hemos sido más adolescentes que otra cosa. Por eso, me niego a recibir una palmadita en la espalda más.

HEMOS HECHO ALGO BUENO, PERO QUILLO... ¡RELAJA EL PAQUETE!

Además, son cada uno de los estudiantes de la Universidad de Navarra los que han hecho posible esta ayuda. Euro a euro, la esperanza de Antonio y su familia ha sido posible. Hemos ayudado a un amigo, como cada día vosotros ayudáis a vuestros amigos.