"To be or not to be, that is the question" Hamlet. William Shakespeare |
Alguien que es libre, por definición, carece de toda determinación en su futuro. Aunque estas palabras nunca conseguirán mostrar toda la realidad del asunto, podríamos decir que la libertad en gran medida significa ser el propio futuro.
Esto queda muy bonito, pero es un tema
de capital importancia. Muchos dirán que todo esto en la práctica
supone que la libertad es capacidad de elección, libre albedrío,
coste de oportunidad... Esto es en gran parte lo que considero que
infecta al pensamiento moderno, a la política de hoy, a la
religiosidad actual. Hoy la libertad significa poseer el propio
futuro y poseer la libertad es inferior a serla. La libertad, o por
lo menos esta Libertad de la que hablamos (con mayúsculas), implica
hablar sobre uno mismo. Incluso, cuando elegimos a Dios para la
eternidad, lo hacemos en pos de nuestro ser. No somos los hombres
criaturas sagradas por las capacidades que tenemos, sino por la
realidad que somos, un qué peculiar cuyo destino siempre redunda en
el propio existir. Lo que los personalistas llamaron intimidad.
Hay hombres, sin embargo, que siguen
creyendo que la vida del hombre, y en particular la vida pública, ha
de sostenerse en los pilares de ese libre albedrío que no es
siquiera el comienzo de la libertad que somos. En gran parte eso de
que votar es el fundamento de la vida pública es una soberana
estupidez. El verdadero sustento de nuestras vidas, y perdonen los
pragmáticos por el atrevimiento, es encontrar cual es el camino para
hallar esa vida plena que nos proporciona nuestra forma especial de
existir. Posiblemente lo intuimos todos los días cuando nos
encontramos felices por la mañana al saber que somos felices, no por
nosotros mismos, sino por la familia, por los amigos, por nuestra
amistad con Dios... y curiosa libertad esta, que cuando obtiene
cualquier cosa, siempre la obtiene para sí. Que crece tanto para
afuera, para amar, y para dentro, para amarse. Sin embargo siguen
hablando de libertad sexual, de libertades abortistas... como si ser
libre supusiera simplemente elegir. La elección es el comienzo.
Ellos no solo se están perdiendo la verdadera libertad, sino que la
están destruyendo, dando para sí mismos el estiércol que se cuece
en la antesala del Infierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario