domingo, 15 de enero de 2012

Corolario filosófico

Capilla Sixtina
Miguel Angel
Es impresionante como Dios es tan distinto de nosotros. Su voluntad, su omnipotencia no es poder hacer sino poder amar. Ahora veo lo equivocado que estaba Ockham. No hay voluntarismo en Dios sino profundo enamoramiento. Su amor no es ciego, porque la propia palabra amor indica pensamiento. No es irracional su entrega en los problemas del mundo, sino profundamente pensada y sentida, no a nuestro simple modo humano, sino al modo divino: la sencillez. En Dios no hay partes: Amor e Intelecto Divino es uno solo en su Ser. Hay en su interior una identificación absoluta entre el querer y el pensar. El pensamiento en Dios, entiéndase mi expresión, es querer total. Sería absurdo un pensamiento mecánico o independencia entre partes respecto a Dios. No hay un antes y un después entre ser Dios y comportarse como tal. Hay identificación entre apariencia y realidad. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario